Bournemouth es el claro ejemplo de ciudad costera que concurren los ingleses principalmente en los meses de verano. Esta ciudad como muchas ciudades del sur del Reino Unido no cuenta con una gran historia que la respalde, simplemente fue creciendo en población y gustando por su buen clima con respecto otros destinos de las islas británicas y sus extensas playas de arena que la convierten en el lugar de vacaciones ideal. Con 10 kilómetros de longitud, fueron votadas como las mejores playas de Gran Bretaña.

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A pesar de no ser un lugar histórico presenta una arquitectura de estilo victoriano en gran parte de sus construcciones que mejoran aún más la estética del lugar.

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Además de la paya existe otro espacio natural de gran importancia en esta ciudad y se trata de ni más ni menos que el pulmón de Bournemouth, sus jardines. Estos son espacios de mucha vegetación a orillas del río Bourne.

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Al ser los jóvenes una gran parte de la población, Bournemouth es una ciudad muy animada tanto de día como de noche. Los precios son más baratos con respecto ciudades como Londres y la calidad de vida es buena. No hay un pero a la hora de elegirla como destino de estudio.